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¿Diversión o adicción?



Cada día que pasa la tecnología y se hace mas necesaria e indispensable en el quehacer cotidiano de las personas, especialmente en la población infanta juvenil o los denominados nativos digitales, quienes su vida social, familiar, académica y diversión giran en torno a la virtualidad. Dejando de lado las actividades al aire libre, que requieren de esfuerzo y contacto físico con los demás.


La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó recientemente una nueva edición de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11) en donde incluyen la adicción a los videojuegos como un “trastorno mental debido a comportamientos adictivos”. Que son aquellos síndromes que, según su definición, interfieren en las funciones personales como resultado de comportamientos repetitivos en la búsqueda de alguna recompensa.


La adicción a los videojuegos es una enfermedad que provoca en el paciente la necesidad incontrolable de jugar de forma compulsiva a juegos electrónicos. Este es incapaz de controlar sus ganas y su deseo le lleva a jugar irremediablemente durante un gran número de horas. A pesar de que resulte evidente, en muchos casos el paciente no reconoce su adicción. Las familias de los afectados por este trastorno se alarman al ver que esta obsesión conlleva serios problemas en la calidad de vida de estas personas.

La adicción a los videojuegos presenta varios síntomas, los cuales dependerán en gran medida del grado de adicción y la personalidad de la persona. Los más comunes son:


· Aislamiento social.

· Desmotivación y bajo rendimiento académico.

· Pérdida de la noción del tiempo.

· Dolores óseos o articulares.

· Agresividad descontrolada y desmesurada.


Las personas adictas a los videojuegos pueden desarrollan hacia ellos. Un fenómeno que altera las funciones y la estructura del cerebro en el sistema neuronal, afectando al aprendizaje, a la sensación de placer y a la motivación. En ocasiones estas adiciones pueden derivar en otras enfermedades o trastornos como la depresión, la ansiedad, soledad, el consumo de drogas o la esquizofrenia. Además, estas pueden acabar afectando a su entorno cercano, especialmente en joven varones.


Actualmente existe una dicotomía sobre si los videojuegos son una herramienta de socialización y estimulación mental o, por el contrario, un instrumento perjudicial para los niños y jóvenes que puede llevarlos a un deterioro clínico significativo.


Por un lado algunos especialistas en el tema afirman que “Los videojuegos no son adictivos porque, a diferencia de las drogas, no hay en ellos elementos químicos que generen una adicción a nivel biológico”


Otros afirman que los videojuegos “funcionan como una salida a las problemáticas cotidianas de la vida de cada persona”.


Entre tanto otro grupo investigadores comparan las adiciones a los videojuegos con otras adiciones como el alcohol, el tabaco, o las drogas y afirman que la persona adicta experimenta la misma sensación de placer, aunque son adicciones con distintas presentaciones, con distintos trajes, pero la esencia es la misma. A todas se entra por diversión, por liberación, por compartir con otras personas y se termina en encierro, depresión y soledad.


Felipe Ramírez Castillo

Psicologo

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