Las bebidas azucaradas y la comida chatarra
Varios estudios científicos realizados por prestigiosas universidades del mundo han dicho que las bebidas y las comidas azucaradas causan dependencia en los seres que la consumen, al igual que las drogas y el alcohol. Debido a que posee varias sustancias potencialmente adictivas como la cafeína, el sodio, el azúcar o los edulcorantes artificiales, por ello es factible volverse dependiente de los refresco o gaseosas que nos ofrece el mercado.
Una vez ya se es adicto, se tiene la costumbre o el hábito de consumo y deja de hacerlo, se puede padecer los siguientes síntomas: dolor de cabeza, irritabilidad, sed insatisfecha, depresión o aturdimiento. Motivo por el cual las personas se ven forzadas a tomar sus respectivos refresco o comidas favoritas.
A lo anterior se suma que muchas de las bebidas azucaradas tienen en su composición sustancias como la cafeína que las convierte en adictivos potencialmente, generando dependencia de ellos que a la final terminan siendo la causa de muchas morbilidades tales como la diabetes tipo 2, hígado graso, problemas dentales, genera debilidad en los huesos, enfermedades coronarias o cardiovasculares y depresión.
Con esta evidencia científica que se consigue en muchos libros y revistas científicas, en páginas de internet y que lo recitan estudiante de medicina, cualquier curandero o médico ancestral, el mundo hoy está a merced de la dependencia colectiva de los refrescos, las colas o las sodas como las llaman en algunos lugares.
Todo porque hay una gran industria que tiene copado el mundo con sus productos y gasta millones de dólares en publicidad para que sus productos entren a nuestras vidas por todos los sentidos, es por ello que los vemos en todos los medios de comunicación con grades pautas publicitarias, patrocinando causas nobles y tratando de desvirtuar los daños que causan.
Hoy que el daño está hecho, que en el caso colombiano tenemos una gran población con malos hábitos alimenticios, que prefieren las comidas rápidas, los alimentos ultra procesados y las bebidas azucaradas. Se pretender incidir en esos hábitos colectivos mal sanos vía impuesto, es decir castigar con precios más altos esos productos para desestimular su compra y que la población se vea obligada a consumir alimentos sanos sin tantos procesos y sustancias añadidas.
Es claro que los que se oponen este propósito del gobierno en su reforma son los dueños de las principales embotelladoras y de la fabricas de alimentos procesados que también se verá obligados a reinventar sus industrias en pos de la salud de los colombianos.
En buena hora llega este nuevo cambio de paradigma, para ir hacia la senda de una población mas conciente con su salud, pues los orientales suelen" que tu alimento sea tu medicina", pero aqui se ha invertido esa premisa, porque lo que estamos comiendo y bebiendo nos tiene enfermos y no hacemos un alto en nuestros habitos alimenticios caminamos hacia el mar de las enfermades cronicas.
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