El negocio con las burras

En la costa caribe colombiana tradicionalmente se ha utilizado el burro como una herramienta fundamental en los procesos productivos y los que haceres domésticos.

Hasta hace poco tiempo por las calles de Arboletes llegaban muchos campesinos montados en sus burros con productos agrícolas, hacían sus negocios y se regresaban en los mismos con las provisiones. Se utilizaban para el corte y carga de leña, el transporte de la palma amarga para el techo de las casas, llevar la carne del matadero municipal a la plaza de mercado-siendo muy recordado por ese oficio el señor “Conce” Garcés.

Era común la tenencia en muchos hogares populares de estos animales, tanto que causaron varias clases de accidentes, sí, porque hasta la avioneta de un gobernador tuvo su trastorno por haberse atravesado un burro en la pista de aterrizaje.

Por la llegada masiva de turistas, estos animales fueron considerados por algunos gobernantes como un elemento repugnante que debían desaparecer del entorno, por ello se ejecutaron varias campañas de exterminio y botada de burros

La mecanización de la agricultura y la modernización de los medios de transporte y con el auge de las motos han provocado una disminución masiva de burros. Los únicos que persisten con esta tradición son los indígenas de la comunidad del Canime y el popular “Burro Mocho”.

Pero, este escrito no pretende ser la historia de los burros en Arboletes, lo que se quiere expresar es que este animal además de estar inmerso en nuestra cultura y tradición puede darnos otras ayudas o explotaciones distintas a las que conocemos, Pues si nos adentramos a su historia encontramos que la leche de burra fue un elemento fundamental en materia de belleza para las mujeres de la antigüedad, por sus propiedades, llegando a ser utilizada hasta por la misma Cleopatra en sus baños para mantener la belleza, igualmente fue aprovechada por las mujeres en el imperio Romano y en la antigua Grecia.

Actualmente se ha encontrado según estudios científicos que la leche de burra es benéfica para la piel, porque posee propiedades antioxidantes y regeneradoras de la misma y para la cicatrización de las heridas.

Es lo más parecida a la leche materna en cuanto a sus propiedades nutricionales, dado que los burros son mono-gástricos al igual que los humanos, lo que hace que contenga menos grasas que la de la vaca, por lo tanto, su proceso de absorción de nutrientes es muy similar al nuestro.

Además, contiene Omega 3, es rica en vitaminas A, B, C, D y E, sobre todo en vitamina A (retinol), un potente antioxidante, así como en proteínas y minerales como el calcio, magnesio, potasio y fósforo.

Vistas estas propiedades y beneficios de la leche de burra, se deja la inquietud para unas nuevas posibilidades de negocios o emprendimientos para la región, no sólo para promover su consumo, sino también para la industria alimenticia y cosmética.

En materia de lácteos en Europa, el queso de leche de burra es considerado el mas caro del mundo, La escasez del producto y la dificultad de extraer leche de estos animales convierten a este lácteo en un lujo: cuesta 1.260 euros el kilo, es decir $ 5.798.847, pesos colombianos.

Y para que hagan sus cálculos, se debe tener en cuenta que una burra puede producir 20 litros de leche al año en promedio, que es lo que una vaca lechera puede producir en un día y para producir un kilo de queso se necesitan 25 litros de leche de burra.

El negocio está servido para que surja el gremio de los Burreros de Colombia

Arboletes, enero 7 de 2022