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La Marca Arboletera

Actualizado: 23 ene 2021

En la zona de Urabá están pasando cosas importantes que nos deben llamar la atención, tales como: la Construcción de los dos puertos en Turbo y Necoclí y la puesta en marcha del Proyecto Autopista al Mar 2, que mejorará las condiciones actuales de la vía en materia de Movilidad vehicular y seguridad. Además, permitirá la dinamización de la economía y el turismo en esta zona del país, entre otros beneficios:

Se optimizará la conectividad vial entre el mar Caribe y los puertos de Urabá.

Se Generarán más fuentes de empleo y servicios en los municipios de influencia del Proyecto.


Se reducirá el tiempo de viaje en automóvil entre Medellín y Arboletes de 9 a 5 horas aproximadamente y en camión desde Urabá hasta el eje cafetero de 21 a sólo 12 horas.


Estas grandes obras de infraestructura son ya una realidad, están convirtiendo a la región de Urabá en un gran polo de desarrollo de Antioquia, Colombia y el Mundo y aunque muchos no lo creen ni lo han dimensionado, se hace necesario un despertar como pueblo para que luego no seamos desplazados por los que están llegando y los que vendrán , tal como ya ocurrió en décadas pasadas.


Nuestros pueblos serán resaltados en la geografía nacional como destino de negocios y de turismo, aquí ya está la gran empresa comprando terrenos urbanos y rurales para sus industrias, bodegas, sedes u oficinas, porque el desarrollo en el mundo empezó en las costas, en sus puertos y no al contrario como ocurrió en Colombia.


Es por ello que se avecina una avalancha de compradores de propiedades inmobiliarias a lo largo y ancho de los municipios de la región y muchos creerán que con la venta de sus propiedades harán buenos negocios.


Esta misma dinámica traerá una gran presión sobre nuestra cultura y sobre todo lo que hemos sido en los cien años de historia que llevamos y es para eso que debemos estar preparados, pues si hacemos memoria y miramos el entorno ya no hay las cosas con las que crecimos, un pueblo distinto es hoy Arboletes, las tradiciones propias de los abuelos fundadores han desaparecido, salvo algunos casos como el bullarengue que aún persisten, más por la obstinación de algunos que por la apropiación de la población.


Es precisamente el arraigo cultural el que nos evitará la extinción como Arboleteros (Así decían mis abuelos y mis padres), puesto que para hablar en términos de negocios y de marketing debemos imponer ante Colombia y el mundo la Marca Arboletera, es decir fortalecer la cultura local, entendida integralmente como el conjunto de bienes materiales y espirituales que nuestros padres y abuelos nos han transmitido de generación en generación a fin de orientar las prácticas individuales y colectivas. Incluyendo nuestra forma de hablar, procesos, modos de vida, costumbres, tradiciones, hábitos, valores, patrones, herramientas y conocimiento ancestral.


Todo por una pequeña y sencilla razón: los lugares, las aventuras y las experiencias son recordadas y amadas cuando se diferencian unas de las otras, porque son únicas y para vivirlas nuevamente hay que regresar a ese lugar. A eso muchos lo llaman: “la magia del lugar”. Entonces Arboletes debe conservar su magia, que le da su posición geográfica, su paisaje, el mar, el volcán, pero esencialmente las costumbres de su gente.


Sólo así detendremos la extinción de la cultura y podremos garantizar la supervivencia y facilitar la adaptación a ese nuevo entorno que ya tenemos. Por lo tanto invito a mis paisanos a hacer magia rescatando nuestra cultura y a sentirnos cada día más Arboleteros.


Julio Enrique Cavadia Mestra

juliuscava@gmail.com

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